El sistema educativo en España

La educación es un aspecto clave para el desarrollo económico de un país, además de una herramienta capaz de corregir desigualdades .

La educación en los países que tiene el mejor sistema educativo del mundo como Corea del Sur o Finlandia es intocable , independientemente del tipo de gobierno y de la situación económica. Esto hace que el sistema educativo sea estable, esté consolidado y no politizado. En cambio en España cada partido ha llevado a cabo su reforma educativa lo que provoca mucha inestabilidad.

La educación no debería depender del tipo de gobierno que esté en el poder, cambiando según una ideología u otra. Se tendrían que establecer una serie de criterios mínimos que fueran elaborados por verdaderos profesionales de la enseñanza al margen de su ideología política, aplicándose tanto en el ámbito público como en el privado .



Las 8 leyes educativas en España desde 1980: de la LOECE a la LOMLOE

1980: Ley Orgánica por la que se regula el Estatuto de Centros Escolares (LOECE)

1985: Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE)
1990: Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE)
1995: Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes (LOPEG)
2002: Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE)

2006: Ley Orgánica de Educación (LOE)

2013: Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE)
2020: Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE)
Evolución de las leyes de educación
Primera ley educativa, desde la Democracia en España, fue la LOECE, en 1980 (no entró en vigor), la cual se centraba en regular el funcionamiento de todo el sistema educativo. Por ejemplo, de ella surgió la iniciativa de crear asociaciones de padres y de profesores, así como también aportó una organización democrática a los centros de estudios.

En 1985 se aprobó la LODE, ley vigente en la actualidad, que desarrolló, entre otras cuestiones relevantes, el concepto de consejo escolar y los conciertos educativos.

Asimismo, en 1990 la LOGSE trajo un cambio radical en la organización de las etapas educativas, pasando de la EGB, BUP y COU a la Educación Primaria, ESO y Bachillerato, que actualmente siguen vigentes. Las legislaciones posteriores, a pesar de no tener tanto impacto, permitieron pasar de curso con dos asignaturas con evaluación negativa e introdujeron la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Antes de la ley actual existía la LOMCE, también conocida como Ley Wert. Esta introdujo reválidas tanto en la ESO como en Bachillerato. Además, redujo el catálogo de asignaturas optativas disponibles.

Desde el año 2020 está vigente la LOMLOE, aunque sus medidas se van aplicando de forma progresiva según avanzan los cursos, terminando su implementación en el curso 2023/2024. Su objetivo se basa en tres principios fundamentales: aumentar las oportunidades educativas, reducir la segregación del alumnado y fortalecer la competencia digital.

Para ello, la LOMLOE pone especial hincapié en los valores y la ética de los estudiantes. Concretamente, se establece un marco de tolerancia y libertad, y se fomenta la igualdad de derechos y la no discriminación. El reto de esta ley tiene como meta la Agenda 2030 y se enfoca en la responsabilidad individual, la educación para la paz y la no violencia, la educación afectivo-sexual, la educación en sostenibilidad y transición ecológica, los méritos personales y el respeto hacia otras culturas.

Por qué tantos cambios educativos en tan poco tiempo? De la revisión histórica realizada debemos resaltar dos problemas que aún no han sido totalmente resueltos y que sirven para explicar, en parte, el vaivén de cambios normativos, en política educativa, que padece España en los últimos cuarenta años: - ¿La educación es un bien público que debe ser provisto y financiado por el Estado? ¿O es un bien privado sujeto a la libertad de elección de los padres? Con la LOECE se abría un periodo de confrontación política para desarrollar legalmente el acuerdo educativo alcanzado en la Constitución. Este debate, en realidad, es tan ambiguo que permitía, según el partido que gobernara una postura ideológica u otra: Que se protegiera más a la escuela pública (“Todos tienen el derecho a la educación”, dice el texto constitucional), o a la privada (“Se reconoce la libertad de enseñanza”, se señala también). De esa lucha abierta aún quedan rescoldos hoy día. 






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